Carlos Tapia rompe con Humala y echa barro
¡TE DIJE!!!!!!...................
Las revelaciones del sociólogo Carlos Tapia, tras su destitución del staff de asesores del primer ministro Salomón Lerner, estallaron en el rostro del gobierno, dejando entrever los "muertos y heridos" de una intensa lucha entre dos tendencias intestinas en el Ejecutivo.
Aparentemente, la expulsión de Tapia reflejaría el empoderamiento excesivo de un grupo íntimo de asesores del entorno del presidente Ollanta Humala.
El exasesor del candidato Ollanta Humala y, en su momento, vocero de Gana Perú, alertó al país sobre la enorme influencia que el asesor brasileño Felipe Belisario Wermus, más conocido por el seudónimo "Luis Favre", ejerce sobre el presidente Ollanta Humala y las políticas del Estado peruano.
El brasileño tuvo un papel destacado durante la campaña electoral que llevó a Humala a la Presidencia del país.
En una carta dirigida al premier Lerner, Tapia escribió: "Considero muy dañino para nuestro proyecto político y para el propio liderazgo de Ollanta, la presencia de un asesor extranjero, que fue necesario quizá para ganar las elecciones, pero que ahora goza de un gran poder entre las sombras y es útil para operaciones políticas de todo tipo".
Reiteró ayer en Canal N que dicho asesor puede incidir en las políticas del Estado peruano. "Eso es riesgoso y más cuando hay tantas inversiones brasileñas e intereses geopolíticos con Brasil".
Por ello opinó que sería mejor que el Presidente se asesore con peruanos, "más aún si se dice un gobierno nacionalista".
El desafuero de Tapia, un viejo colaborador de Humala desde el 2006, causó cierta sorpresa en los círculos políticos, sobre todo por las motivaciones que menciona en su carta.
Refiere que ha sido objeto de seguimiento constante por agentes de la Direccion Nacional de Inteligencia (DINI) por órdenes del asesor presidencial y coronel retirado Adrián Villafuerte que, asegura, "me la tenía jurada".
"Espero que con mi alejamiento, los agentes de inteligencia, que me han hecho un seguimiento permanente, ahora podrán dedicar su valioso tiempo para hacer las tareas propias de su responsabilidad", dice a Lerner su carta de despedida. Criticó con dureza al jefe de la DINI, el capitan EP Víctor Manuel Gómez Rodríguez, exjefe de seguridad de la minera Antamina.
Evidentemente molesto, Tapia comenzó a disparar a diversos blancos. Acusó al coronel Villafuerte, "una caricatura de Vladimiro Montesinos", pero sin su "habilidad", de ser responsable de la destrucción del Partido Nacionalista y de Gana Perú.
Acosado por los asesores presidenciales, Tapia dijo dolido que Humala no tuvo "la gentileza" de hablar con él. Recordó que lo apoyó en las épocas difíciles "cuando nadie lo apoyaba, después del 2006" y que dedicó cuatro años de su vida a defender el proyecto del Partido Nacionalista y al propio Humala. "Yo tengo otro sentido de lo que es lealtad. Hay otros que confunden la lealtad con el felpudeo. Ese no es mi caso", aseguró.
Por otro lado, el exasesor de la PCM dijo en RPP que se usó como "pretexto" los comentarios y críticas en torno al caso de la minera Conga y Yanacocha en una radio local.
La expectoración de Tapia, según la versión de éste, fue orquestada desde Palacio de Gobierno, aparentemente, con el desacuerdo de Lerner. Refirió que Humala habría presionado a Lerner expresándole "se va él o te vas tú".
Su postura, según la cual, se debe dar un "curso democrático" a la organización de los grupos políticos que apoyan a Humala, como el Partido Nacionalista, Gana Perú, Ciudadanos por el Cambio, organizaciones de izquierda, etc., sería uno de los motivos de su destitución.
"El trabajo del gobierno también tiene que ser trabajo democrático. No se puede decir 'estas son las órdenes´. La propia bancada del gobierno funciona sin muchas discusiones . Y por lo tanto, creo que se me ha puesto en el objetivo", dijo.
DIFERENCIAS IDEOLÓGICAS. Para el analista político Agustín Figueroa, la salida de Carlos Tapia del gobierno es una "reacción hepática", pero relacionada a pugnas ideológicas en el gobierno y la protesta antiminera contra el proyecto Conga. Figueroa dijo no creer que Ollanta Humala pida la cabeza de Carlos Tapia por sus frecuentes errores políticos . "Creo que el gobierno se divide entre izquierda radical e izquierda moderada. Lamento que se vaya un hombre inteligente como Carlos Tapia, quien creía en la lucha armada y ahora está en el sistema democrático", sostuvo. Figueroa se preguntó si todas esas cosas sucedían y los servicios de inteligencia perseguían a Tapia, porque no renunció antes o se quedó en silencio. Dijo además tener la impresión que esta pugna interna entre radicales y moderados podría devenir en el alejamiento de otras personalidades relacionadas a la izquierda radical que apoyan el cierre del proyecto Conga. "Cuando uno es gobierno tiene que afrontar sus responsabilidades y una es el uso de las fuerza cuando se es menester. Parece que (algunos en Gana Perú) quieren retirarse mucho antes que hayan muertos en Conga", indicó.
Aparentemente, la expulsión de Tapia reflejaría el empoderamiento excesivo de un grupo íntimo de asesores del entorno del presidente Ollanta Humala.
El exasesor del candidato Ollanta Humala y, en su momento, vocero de Gana Perú, alertó al país sobre la enorme influencia que el asesor brasileño Felipe Belisario Wermus, más conocido por el seudónimo "Luis Favre", ejerce sobre el presidente Ollanta Humala y las políticas del Estado peruano.
El brasileño tuvo un papel destacado durante la campaña electoral que llevó a Humala a la Presidencia del país.
En una carta dirigida al premier Lerner, Tapia escribió: "Considero muy dañino para nuestro proyecto político y para el propio liderazgo de Ollanta, la presencia de un asesor extranjero, que fue necesario quizá para ganar las elecciones, pero que ahora goza de un gran poder entre las sombras y es útil para operaciones políticas de todo tipo".
Reiteró ayer en Canal N que dicho asesor puede incidir en las políticas del Estado peruano. "Eso es riesgoso y más cuando hay tantas inversiones brasileñas e intereses geopolíticos con Brasil".
Por ello opinó que sería mejor que el Presidente se asesore con peruanos, "más aún si se dice un gobierno nacionalista".
El desafuero de Tapia, un viejo colaborador de Humala desde el 2006, causó cierta sorpresa en los círculos políticos, sobre todo por las motivaciones que menciona en su carta.
Refiere que ha sido objeto de seguimiento constante por agentes de la Direccion Nacional de Inteligencia (DINI) por órdenes del asesor presidencial y coronel retirado Adrián Villafuerte que, asegura, "me la tenía jurada".
"Espero que con mi alejamiento, los agentes de inteligencia, que me han hecho un seguimiento permanente, ahora podrán dedicar su valioso tiempo para hacer las tareas propias de su responsabilidad", dice a Lerner su carta de despedida. Criticó con dureza al jefe de la DINI, el capitan EP Víctor Manuel Gómez Rodríguez, exjefe de seguridad de la minera Antamina.
Evidentemente molesto, Tapia comenzó a disparar a diversos blancos. Acusó al coronel Villafuerte, "una caricatura de Vladimiro Montesinos", pero sin su "habilidad", de ser responsable de la destrucción del Partido Nacionalista y de Gana Perú.
Acosado por los asesores presidenciales, Tapia dijo dolido que Humala no tuvo "la gentileza" de hablar con él. Recordó que lo apoyó en las épocas difíciles "cuando nadie lo apoyaba, después del 2006" y que dedicó cuatro años de su vida a defender el proyecto del Partido Nacionalista y al propio Humala. "Yo tengo otro sentido de lo que es lealtad. Hay otros que confunden la lealtad con el felpudeo. Ese no es mi caso", aseguró.
Por otro lado, el exasesor de la PCM dijo en RPP que se usó como "pretexto" los comentarios y críticas en torno al caso de la minera Conga y Yanacocha en una radio local.
La expectoración de Tapia, según la versión de éste, fue orquestada desde Palacio de Gobierno, aparentemente, con el desacuerdo de Lerner. Refirió que Humala habría presionado a Lerner expresándole "se va él o te vas tú".
Su postura, según la cual, se debe dar un "curso democrático" a la organización de los grupos políticos que apoyan a Humala, como el Partido Nacionalista, Gana Perú, Ciudadanos por el Cambio, organizaciones de izquierda, etc., sería uno de los motivos de su destitución.
"El trabajo del gobierno también tiene que ser trabajo democrático. No se puede decir 'estas son las órdenes´. La propia bancada del gobierno funciona sin muchas discusiones . Y por lo tanto, creo que se me ha puesto en el objetivo", dijo.
DIFERENCIAS IDEOLÓGICAS. Para el analista político Agustín Figueroa, la salida de Carlos Tapia del gobierno es una "reacción hepática", pero relacionada a pugnas ideológicas en el gobierno y la protesta antiminera contra el proyecto Conga. Figueroa dijo no creer que Ollanta Humala pida la cabeza de Carlos Tapia por sus frecuentes errores políticos . "Creo que el gobierno se divide entre izquierda radical e izquierda moderada. Lamento que se vaya un hombre inteligente como Carlos Tapia, quien creía en la lucha armada y ahora está en el sistema democrático", sostuvo. Figueroa se preguntó si todas esas cosas sucedían y los servicios de inteligencia perseguían a Tapia, porque no renunció antes o se quedó en silencio. Dijo además tener la impresión que esta pugna interna entre radicales y moderados podría devenir en el alejamiento de otras personalidades relacionadas a la izquierda radical que apoyan el cierre del proyecto Conga. "Cuando uno es gobierno tiene que afrontar sus responsabilidades y una es el uso de las fuerza cuando se es menester. Parece que (algunos en Gana Perú) quieren retirarse mucho antes que hayan muertos en Conga", indicó.
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