lunes, 23 de enero de 2012

Equipos médicos adquiridos por Essalud siguen en sus cajas

, Essalud

Ningún asegurado de Essalud puede evitar el desconcierto y la indignación cuando se entera de que tomógrafos, sistemas de rayos X, mamógrafos, resonadores magnéticos y otros equipos biomédicos que tanta falta hacen en los hospitales públicos continúan guardados en sus cajas, pese a que fueron adquiridos entre el 2008 y abril de 2011.
En dicho período, la dirección ejecutiva de Essalud *destinó S/.176 millones solo en 69 equipos de alta tecnologí*a, pero este Diario verificó que hasta la fecha 15 de ellos no están operativos, así como otros 142 instrumentos biomédicos de menor complejidad que fueron asignados a sus respectivas sedes sin un plan de instalación.
Los asegurados que llegan a la sala de emergencias del hospital Luis Negreiros Vega del Callao no entienden por qué deben ser derivados a otro centro médico para que les tomen una placa tomográfica, mientras un aparato nuevo descansa en unas enormes cajas de madera en el patio del hospital. El tomógrafo de 16 cortes, comprado en marzo del 2011, no funciona porque no se levantó la infraestructura para instalarlo.
¡DEMORAS DE TRES AÑOS!
Detrás de cada equipo nuevo inoperativo hay una historia de increíble falta de planificación: en la mayoría de casos, como se detalla en el cuadro adjunto, no se hizo siquiera el expediente técnico para construir las salas donde debían funcionar ni se contrató a los especialistas médicos y tecnólogos necesarios para operarlos.
“Cada día, mes o año de retraso para poner en marcha un equipo significó que la institución continuara los jugosos contratos de tercerización de servicios con centros médicos privados”, apunta Álvaro Vidal Rivadeneyra, presidente ejecutivo de Essalud.
Solo el año pasado, el seguro social destinó 248 millones de soles para pagar los servicios de empresas privadas, principalmente de diálisis, tomografía, análisis clínicos, resonancia magnética, mamografía y radioterapia.
Hay casos de retraso de instalación que llegan a los tres años. El resonador magnético del hospital Guillermo Almenara se compró en diciembre del 2008 y se puso al servicio de los pacientes recién en diciembre del 2011; mientras que el acelerador lineal del hospital Edgardo Rebagliati (para las sesiones de radioterapia de los pacientes de cáncer) también se puso en servicio tres años después de su compra. Otros seis equipos nuevos, comprados hace más de un año, empezaron a funcionar recién a fines del 2011.
CARTA PREMONITORIA
El 12 de junio pasado, antes de que ingresara la nueva plana ejecutiva de Essalud, el entonces gerente general, Javier Rosas Santillana, renunció a su cargo con una explosiva carta en la que advertía que las compras de equipos biomédicos fueron forzadas, apresuradas, y pasaron por alto los procedimientos regulares de adquisiciones por decisión del presidente ejecutivo, Félix Ortega Álvarez.
En una entrevista telefónica con El Comercio, Ortega negó dicha acusación. “Solo unos cuántos equipos de alta tecnología no se pusieron en funcionamiento debido a impedimentos legales [restricciones para la contratación de personal], pero no por negligencia o interés de favorecer a empresas privadas”, aseguró.
Aunque la mayoría de adquisiciones de Essalud en los últimos cinco años se hizo a través de organismos internacionales, como la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops), la aprobación de las compras de equipos pasó por los ejecutivos de varias gerencias, quienes al término del gobierno aprista salieron de sus cargos sin dar explicaciones de los problemas que luego detectarían sus sucesores.
Este Diario llamó por teléfono y buscó en sus domicilios a Edgardo Bravo Orellana y Frans Leo Amelinckx Villanueva (ex jefes de la Oficina de Planificación y Desarrollo), Alfredo Barredo Moyano (ex gerente central de Prestaciones de Salud), Luis Alberto Pérez Escobar (ex gerente central de Infraestructura), Marcy Muñoz Correa y Jaime Sobrados Tapia (ex gerentes de Logística), pero a excepción de este último, ninguno contestó nuestras llamadas ni fue ubicado en las direcciones que consignaron en sus documentos de identidad.
Tanto Félix Ortega como Jaime Sobrados indicaron que aún no han sido citados por la Comisión del Congreso de la República que investiga desde setiembre las adquisiciones y contrataciones de Essalud durante el último quinquenio. Tampoco han sido interrogados por el jefe de la Oficina de Control Interno de Essalud, Manuel Lucero Álvarez, quien también realiza una auditoría de las compras.
Mientras dichas investigaciones avanzan lentamente para individualizar cualquier responsabilidad administrativa o penal por las compras de equipos sin planificación, los asegurados de Essalud siguen aún sin tener una atención oportuna y de calidad.

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