LIMA -
A inicios de enero, la diplomacia española habría recibido con desgano la propuesta del gobierno de nuestro país referida a designar al exministro Francisco Eguiguren como embajador del Perú en España, según el embajador Eduardo Ponce Vivanco.
España, comentó Ponce, demoró inusualmente la respuesta, haciendo uso de un sutil lenguaje diplomático que no fue entendido.
En su opinión, Eguiguren es un exministro de izquierda amenazado de una acusación constitucional por su complaciente manejo del muy comentado caso que involucra a los comandos “Chavín de Huántar”.
DESCONCERTADO. “Presumo que el gobierno de España debe haberse sentido desconcertado por la evidente falta de consideración del gobierno peruano”, especuló el embajador.
“Sin embargo -remarcó-, mantuvo un silencio prolongado, que cualquier diplomacia profesional habría entendido como un mensaje para retirar el pedido del beneplácito”.
España, comentó Ponce, demoró inusualmente la respuesta, haciendo uso de un sutil lenguaje diplomático que no fue entendido.
En su opinión, Eguiguren es un exministro de izquierda amenazado de una acusación constitucional por su complaciente manejo del muy comentado caso que involucra a los comandos “Chavín de Huántar”.
DESCONCERTADO. “Presumo que el gobierno de España debe haberse sentido desconcertado por la evidente falta de consideración del gobierno peruano”, especuló el embajador.
“Sin embargo -remarcó-, mantuvo un silencio prolongado, que cualquier diplomacia profesional habría entendido como un mensaje para retirar el pedido del beneplácito”.
Manifestó -en diálogo con este diario- que, ante la sordera de la Cancillería, España “ha preferido acoger el pedido, seguramente con desgano”.
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