Arana nunca pasó del 5% pero se cree líder en Cajamarca
El exsacerdote Marco Arana es una de las cabezas visibles de cuanta protesta antiminera se realiza en Cajamarca. Ahora mismo se encuentra en pie de lucha contra el proyecto Conga.
Sin embargo, las preguntas que surgen al escuchar el discurso radical de Arana es:¿Quién lo eligió? ¿Cuál es la representatividad de su partido Tierra y Libertad? ¿Qué convocatoria popular arrastra? En otras palabras, ¿qué atribuciones y derechos ha ganado con el respaldo incuestionable de las urnas?
Si nos remitimos a las recientes cifras electorales, Marco Arana debería representar sólo a su partido. Y a nadie más.
En el 2009, Arana Zegarra dejó de preocuparse por su labor pastoral para iniciar el sueño del partido político propio con Tierra y Libertad. Precisamente por ello, el 4 de febrero de 2010, un decreto episcopal lo suspendió en sus funciones eclesiásticas.
Desde entonces, la suerte electoral de su movimiento político ha sido, para decirlo con amabilidad, bastante discreta.
Y es que a pesar de que el exsacerdote intentó por todas las formas convertirse en el candidato presidencial de su partido en las elecciones generales del 2011, su sueño quedó trunco.
Primero fue porque su partido no logró la inscripción electoral ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y, segundo, porque la alianza que pretendía con Fuerza Social (a la que se presentaba como precandidato) nunca llegó a concretarse.
Un fracaso estrepitoso. En el 2010, durante las elecciones regionales y municipales, la suerte de la agrupación antiminera no fue mucho mejor. Y es que se tuvieron que conformar con presentar candidatos presidenciales en sólo tres regiones del país: Cajamarca, Lambayeque y Cusco.
Las cifras resultaron un fiasco total, pues en ninguna de las regiones lograron siquiera superar el 5% de votos.
En Cajamarca, supuestamente bastión electoral de Arana, el Movimiento de Afirmación Social (MAS), de Gregorio Santos, logró 159,660 votos (30.7% de votos válidos), frente a los 22,473 votos (4.3%) de Nicanor Alvarado Carrasco, el candidato de Tierra y Libertad.
En el Cusco pasó algo similar. La Gran Alianza Nacionalista, de Jorge Acurio Tito, alcanzó 170,873 votos (33.4%), frente a los 22,271 votos (4.3%) de Tierra y Libertad que postuló a Wilbert Rozas Beltrán.
De igual forma, en la región Lambayeque, la situación no fue menos catastrófica. Humberto Acuña Peralta, de Alianza para el Progreso, consiguió 151,147 votos de respaldo (28.8%) frente a los 12,590 votos (2.4%) obtenido por el candidato de Tierra y Libertad, Luis Montenegro Serquén.
Le dan la espalda. Y si hablamos de las elecciones provinciales del mismo 2010, la suerte no fue distinta. De las 13 provincias cajamarquinas, Tierra y Libertad sólo consiguió postular para alcaldías provinciales en 4 jurisdicciones.
Su triunfo más importante, el único en realidad, lo obtuvo en la provincia de Chota con Jeiner Julón Díaz, quien logró 18,247 votos (26.7%).
En el caso de alcaldías distritales, Tierra y Libertad sólo logró hacer la pelea, sin mucho éxito, en los distritos ubicados en la provincia de Chota. Allí, el partido de Marco Arana participó en 13 de 18 localidades.
Claro, de sus 13 candidatos distritales, 10 de ellos perdieron. Tierra y Libertad logró hacerse con las alcaldías distritales de Anguia, Chadín y Lajas.
Sin embargo, perdieron en Chalamarca, Chiguirip, Chimbán, Choropampa, Conchán, Huambos, Llama, Miracosta, Paccha y Querocoto.
En los distritos de otras provincias, Tierra y Libertad prácticamente pasó desapercibida. No sólo no lograron más triunfos, sino que apenas y participaron.
Así, de los 7 distritos de la provincia de Contumazá, sólo presentaron candidato en Yonán, mientras que en la provincia de Hualgayoc sólo presentaron aspirante en el distrito de Chugur.
Igualmente en la Provincia de Santa Cruz, de los 10 distritos, sólo presentaron candidatos en Chancaybaños y Pulán.
En las provincias cajamarquinas de Cutervo, Jaén, San Ignacio, San Marcos, San Miguel y San Pablo, Tierra y Libertad no presentó ningún candidato.
En números mondos y lirondos, el partido que lidera el exsacerdote Marco Arana participó en 25 elecciones de Cajamarca. De ellas, ganaron en 4 ocasiones (todas en Chota) y perdieron en 21 jurisdicciones.
Para hacerlo más gráfico, Tierra y Libertad sólo ha ganado en el 16% de los comicios en lo que considera su bastión electoral. La pregunta es digna de repetirse: ¿Con qué representatividad Arana pretende liderar cuanta protesta social se cierne en Cajamarca?
Sin embargo, las preguntas que surgen al escuchar el discurso radical de Arana es:¿Quién lo eligió? ¿Cuál es la representatividad de su partido Tierra y Libertad? ¿Qué convocatoria popular arrastra? En otras palabras, ¿qué atribuciones y derechos ha ganado con el respaldo incuestionable de las urnas?
Si nos remitimos a las recientes cifras electorales, Marco Arana debería representar sólo a su partido. Y a nadie más.
En el 2009, Arana Zegarra dejó de preocuparse por su labor pastoral para iniciar el sueño del partido político propio con Tierra y Libertad. Precisamente por ello, el 4 de febrero de 2010, un decreto episcopal lo suspendió en sus funciones eclesiásticas.
Desde entonces, la suerte electoral de su movimiento político ha sido, para decirlo con amabilidad, bastante discreta.
Y es que a pesar de que el exsacerdote intentó por todas las formas convertirse en el candidato presidencial de su partido en las elecciones generales del 2011, su sueño quedó trunco.
Primero fue porque su partido no logró la inscripción electoral ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y, segundo, porque la alianza que pretendía con Fuerza Social (a la que se presentaba como precandidato) nunca llegó a concretarse.
Un fracaso estrepitoso. En el 2010, durante las elecciones regionales y municipales, la suerte de la agrupación antiminera no fue mucho mejor. Y es que se tuvieron que conformar con presentar candidatos presidenciales en sólo tres regiones del país: Cajamarca, Lambayeque y Cusco.
Las cifras resultaron un fiasco total, pues en ninguna de las regiones lograron siquiera superar el 5% de votos.
En Cajamarca, supuestamente bastión electoral de Arana, el Movimiento de Afirmación Social (MAS), de Gregorio Santos, logró 159,660 votos (30.7% de votos válidos), frente a los 22,473 votos (4.3%) de Nicanor Alvarado Carrasco, el candidato de Tierra y Libertad.
En el Cusco pasó algo similar. La Gran Alianza Nacionalista, de Jorge Acurio Tito, alcanzó 170,873 votos (33.4%), frente a los 22,271 votos (4.3%) de Tierra y Libertad que postuló a Wilbert Rozas Beltrán.
De igual forma, en la región Lambayeque, la situación no fue menos catastrófica. Humberto Acuña Peralta, de Alianza para el Progreso, consiguió 151,147 votos de respaldo (28.8%) frente a los 12,590 votos (2.4%) obtenido por el candidato de Tierra y Libertad, Luis Montenegro Serquén.
Le dan la espalda. Y si hablamos de las elecciones provinciales del mismo 2010, la suerte no fue distinta. De las 13 provincias cajamarquinas, Tierra y Libertad sólo consiguió postular para alcaldías provinciales en 4 jurisdicciones.
Su triunfo más importante, el único en realidad, lo obtuvo en la provincia de Chota con Jeiner Julón Díaz, quien logró 18,247 votos (26.7%).
En el caso de alcaldías distritales, Tierra y Libertad sólo logró hacer la pelea, sin mucho éxito, en los distritos ubicados en la provincia de Chota. Allí, el partido de Marco Arana participó en 13 de 18 localidades.
Claro, de sus 13 candidatos distritales, 10 de ellos perdieron. Tierra y Libertad logró hacerse con las alcaldías distritales de Anguia, Chadín y Lajas.
Sin embargo, perdieron en Chalamarca, Chiguirip, Chimbán, Choropampa, Conchán, Huambos, Llama, Miracosta, Paccha y Querocoto.
En los distritos de otras provincias, Tierra y Libertad prácticamente pasó desapercibida. No sólo no lograron más triunfos, sino que apenas y participaron.
Así, de los 7 distritos de la provincia de Contumazá, sólo presentaron candidato en Yonán, mientras que en la provincia de Hualgayoc sólo presentaron aspirante en el distrito de Chugur.
Igualmente en la Provincia de Santa Cruz, de los 10 distritos, sólo presentaron candidatos en Chancaybaños y Pulán.
En las provincias cajamarquinas de Cutervo, Jaén, San Ignacio, San Marcos, San Miguel y San Pablo, Tierra y Libertad no presentó ningún candidato.
En números mondos y lirondos, el partido que lidera el exsacerdote Marco Arana participó en 25 elecciones de Cajamarca. De ellas, ganaron en 4 ocasiones (todas en Chota) y perdieron en 21 jurisdicciones.
Para hacerlo más gráfico, Tierra y Libertad sólo ha ganado en el 16% de los comicios en lo que considera su bastión electoral. La pregunta es digna de repetirse: ¿Con qué representatividad Arana pretende liderar cuanta protesta social se cierne en Cajamarca?
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