jueves, 22 de marzo de 2012

OPINION.....“Es grande el contraste entre Perú y Argentina”

 

–El populismo se afirma en varios países de América Latina, ¿qué lo alimenta?
Cuidado. No sólo es un fenómeno que aflige nuestra región. También lo vemos en países africanos y árabes que lo padecen…
–Cierto, pero su extensión en esta parte del hemisferio –especialmente su país, Argentina– traduce un vigor que parece muy sólido…
Argentina es uno de los modelos más persistentes en materia de populismos. Hace casi 70 años surgió su matriz, el peronismo, el cual aplicó de manera rigurosa las prácticas de Napoleón III. Es decir, el asistencialismo con fines políticos que no lleva al enriquecimiento de la población, sino que la usa para que un grupo se mantenga en el poder. Reparte comida, golosinas y no medios de producción. El populismo genera sueños, ilusiones, esperanzas pero finalmente las cosas terminan muy mal porque no desarrolla planes estratégicos; no ve a larga distancia. Todo se reduce al corto plazo.
–Pero usted no desconoce la raíz democrática del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. ¿Su mandato es fruto de la voluntad del pueblo? 
La democracia tiene dos aspectos. Una es la parte electoral, donde se decide quién va a gobernar. La otra es la democracia institucional; es decir el cómo se gobierna. Por ejemplo Kirchner fue elegido democráticamente; esa es la democracia electoral. Pero institucionalmente Kirchner degeneró esa democracia en un infierno. Y eso es lo que está pasando con otros populismos: Chávez, Cristina, Correa, Ortega, Morales, gobernantes africanos y árabes. Son elegidos democráticamente pero una vez en el poder se convierten en tiranos y distorsionan la democracia destruyendo la institucionalidad.
–¿Pero acaso esto no es consecuencia de la crisis que vive el sistema capitalista?, ¿no es la falta de regulación a la voracidad del sistema financiero internacional lo que aviva las opciones populistas?
Como argentino aprendí que durante mucho tiempo hemos querido resolver nuestros problemas culpando a lo de afuera. El problema está dentro del país cuando queda intoxicado de estas ideas populistas. Tenemos un país extremadamente rico y generoso, y sin embargo el populismo está destruyendo su base republicana porque termina negando la separación de poderes. Tanto el Legislativo como el Judicial están hoy supeditados al Gobierno, hay un culto a la personalidad y el poder queda reducido a una sola persona como son los casos de Venezuela, Cuba, Ecuador, etc.
–También está su enfrentamiento con la prensa…
Esto obviamente necesita una propaganda permanente que enajene a la población y el control de los medios de comunicación. Por eso hay atentados contra la libertad de prensa y persecución sistemática al disenso. Los regímenes populistas sólo existen en los países pobres porque necesitan a los pobres para que voten por ellos. En cambio en los países prósperos jamás hay regímenes populistas, no hacen falta porque el país es rico y está desarrollado. Muchos no quieren ver estas realidades porque la inacción social llega a extremos donde ya la historia nos ha dado muestras terribles: la enajenación del nazismo, el fascismo y en Argentina la enajenación del peronismo. Ahora es la enajenación de kirchnerismo, que no es más que una vertiente del peronismo.
–Usted ha denominado al kirchnerismo una “corrupción inteligente”. ¿Puede explicar eso?
Hubo un gobierno peronista antes del kirchnerismo que fue el de Carlos Saúl Menem. Un gobierno muy corrupto que se basaba en la coima. Pero el kirchnerismo no sólo usa la coima sino que se apropia de las empresas y esto ha llevado a una corrupción sin paralelo. Tenemos una Constitución que es federal con provincias autónomas que dan recursos al Estado. Estos recursos deben ser devueltos en obras.
–¿Hay oposición política en Argentina? Se lo pregunto porque los neopopulismos latinoamericanos precisamente se enfrentan a la prensa libre considerando que ésta es la verdadera oposición…
En efecto, el régimen kirchnerista ha destruido a la oposición mediante una técnica muy hábil llamada cooptación. Es decir, se coimeaba o se le daba o cargos o beneficios a ciertos políticos para que se pasen a las filas del kirchnerismo. Cristina llevó como vicepresidente a un dirigente de la más importante fuerza de oposición que era la Unión Cívica Radical, Julio Cobos. La oposición está muy fragmentada y no encuentra su cauce. Como usted dice, la oposición la hace la prensa y por eso el Gobierno ataca a la prensa.
“Se tensan más los ánimos”
–El Gobierno peruano ha cancelado la visita de un buque británico por solidarizarse con Argentina respecto a las Malvinas. ¿Esta decisión es acertada?
Esta respuesta a lo único que ha contribuido es a tensar más los ánimos en torno al conflicto entre Argentina y Gran Bretaña por la soberanía de las Islas Malvinas (…) Yo creo que la única forma de aminorar el conflicto es aconsejar, tanto al Gobierno británico como al argentino, a que no apelen al nacionalismo o patrioterismo barato y demagógico, porque eso aleja la solución.
“Fernández se siente una emperatriz”
–Hace dos años usted vino a Lima y escribió que sentía envidia por la situación del Perú. ¿Conserva ese sentimiento?
Lo envidio más todavía (risas). Es muy grande el contraste que hay entre Perú y Argentina. Aquí el presidente Ollanta Humala habla en forma moderada; nuestra presidenta en cambio habla todos los días por cadena nacional. Es la “maestrita” que les enseña a todos los idiotas de la nación –o sea, nosotros– cómo debemos hacer y pensar. No hablan los ministros ni los funcionarios, habla ella sola. Ha llegado a decir: “todos los votos son míos” porque se siente una suerte de emperatriz. Le aseguro que me duele tener que comentar esto en el exterior pero quiero que lo interprete como una manifestación muy sincera de mi grado de tristeza y desolación por lo que ocurre en mi país.
POR: CÉSAR CAMPOS R.

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