lunes, 25 de junio de 2012

“Perú alineado a parte equivocada del mundo”


Frente al terremoto político desatado en la región por la destitución de Fernando Lugo de la Presidencia de Paraguay, el ex canciller Francisco Tudela sostuvo que esta decisión está en el marco constitucional guaraní. Por ello criticó que Torre Tagle convoque a la Unasur para fijar posición, porque “es un reflejo condicionado del Alba”.
CARLOS NAVEA P.
–Doctor, ¿en Torre Tagle no hay una posición marcada frente a la destitución de Lugo?
Ciertamente se han demorado demasiado. Cancillería tiene que definirse.
–El canciller Roncagliolo señaló que el Perú actuará en el marco del análisis que se haga en Unasur…
Unasur no es la Organización de los Estados Americanos (OEA). El pronunciamiento de la Unasur carece de todo valor jurídico, es puramente ideológico y la realidad es que Unasur es una especie de reflejo condicionado del Alba.
–Pero el canciller informó que por disposición del presidente Humala se está organizando una cumbre de Unasur en Lima…
El único organismo regional que tiene jurisdicción legal para plantear una reunión de cancilleres y hacer un planteamiento es la OEA, no Unasur ni el Alba. Para ocuparse de un asunto regional, tanto Unasur como el Alba son ilegítimos, carecen de legalidad para realizar un pronunciamiento.
–Entonces, ¿hay desconocimiento en Palacio de Gobierno?
Más que desconocimiento, hay un alineamiento.
–¿A qué se refiere?
Tengo la impresión de que la Cancillería peruana una vez más, desde 1968, se está alineando con la mitad equivocada del mundo. Con el Alba, con Cuba, Rusia, Siria e Irán.
–Hablamos de una Cancillería con tintes velasquistas…
Bueno, es exactamente lo que pasó en la década del 60 con la tiranía del general Velasco que se alineó con los países comunistas y con el movimiento tercermundista dirigido por Argelia, por Jamaica.
–¿Podemos inferir que este Gobierno ya tiene una clara política exterior?
Constitucionalmente el Presidente de la República es quien dirige la política exterior. O sea que el Presidente está actuando dentro de sus atribuciones. Pero ha escogido un camino que naturalmente no va a tener un apoyo unánime del Perú.
–¿Le parece que al no reconocer al nuevo gobierno paraguayo, estamos interfiriendo en su política interna?
Por supuesto, además ilegítimamente, porque, por último, si alguien podría interferir con resoluciones que tienen un valor obligatorio es la OEA. El Alba y la Unasur son ilegítimos para cualquier acción, respecto a la soberanía e independencia de otro país latinoamericano. El único documento regional que rige a todos los países de América Latina y América del Norte es la Carta de la Organización de Estados Americanos.
–Desde la óptica del derecho constitucional, ¿fue legal la destitución de Fernando Lugo?
El procedimiento constitucional paraguayo, como sucedió el año 2000 en el Perú, se ha respetado al pie de la letra.
–Se refiere a la destitución de Alberto Fujimori…
Claro, el precedente de lo ocurrido en Paraguay es la destitución del presidente Alberto Fujimori el año 2000. En esa oportunidad se aplicó la Constitución de 1993 y se destituyó al presidente Fujimori en ausencia, no tuvo defensor y el proceso no duró ni una hora. Lo que ha ocurrido en el Paraguay con Lugo es exactamente lo mismo. Esto es, así como en el Perú se utilizó el concepto de juicio político por incapacidad moral, en el Paraguay se ha utilizado la sección sexta de la Constitución de 1992 que se llama: Los Juicios Políticos, y el artículo 225 que dice que un presidente puede ser destituido por mal desempeño en sus funciones. La Constitución de este país establece un procedimiento: dos tercios de la Cámara de Diputados vota por el juicio político, lo que es ratificado por el Senado, y así sucedió.
–¿Cómo se explica, entonces, que diversos sectores califiquen como un “golpe de la derecha paraguaya” esta destitución?
A mí me sorprende que quienes hoy protestan por la destitución constitucional del presidente Lugo sean aquellos que destituyeron al presidente Fujimori el año 2000.
–Se habla de un preocupante rompimiento del orden democrático en la región…
Están buscando precedentes en el Ecuador, en Bolivia, en Honduras; pero el único precedente latinoamericano ocurrido en el mundo es el Perú. Esa es la medida del juicio. Yo encuentro que hay
un doble estándar.

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