Rejaniel de Jesus Silva Santos, de 36 años y quien vive debajo de un puente con US$7.5 diarios, dormía con su pareja, Sandra Reina Domingues, cuando sonó la alarma de un establecimiento cercano y se levantaron para ver qué pasaba. En el camino se toparon con el bulto, lo abrieron y después Santos llamó a la Policía para entregarlo.
Las autoridades determinaron que el dinero fue robado de un restaurante de comida japonesa cercano, por los recibos y cheques que estaban en la bolsa.
El indigente aseguró que entregó el dinero para que su madre, con quien perdió contacto hace mucho tiempo, lo vea en la televisión y sepa que aún es una persona honesta, reportó el diario Folha de Sao Paulo.
“Mi madre me enseñó que no debo robar y que avise a la Policía si veo a alguien haciéndolo. Si me ve por televisión allá en Maranhao, va a saber que su hijo todavía es una de las personas honestas de este mundo”, dijo Rejaniel.
Los policías que acudieron a la llamada de los indigentes dijeron que nunca habían atendido un caso similar y que quedaron perplejos cuando Silva Santos les dio el dinero y les explicó el motivo de su decisión.
Los propietarios del restaurante robado ofrecieron capacitación y trabajo en su empresa a la pareja, pero también la oportunidad de ir a Maranhao para que Silva Santos visite a su madre después de 16 años de alejamiento.
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