Dicen que fueron más de mil quinientos, otros menos de esa cantidad, y al final nadie se ponía de acuerdo. Lo cierto es que diferentes frentes en defensa del agua, además de grupos universitarios, se unieron en la marcha y vociferaron al unísono la defensa por dicho recurso hídrico.
La Marcha por el Agua fue un vistazo a si las fuerzas de la izquierda convergían en un solo espacio. Algunos analistas lo llamaron irónicamente el “globo de ensayo de la izquierda radical”.
Alrededor de las 5:00 p.m., algunos simpatizantes de diferentes bandos, entre Etnocaseristas retirados, propios y extraños, improvisados mítines, se apostaban en la plaza esperando la hora en que la marcha de diferentes frentes en defensa del agua converja en el lugar.
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